Cómo preparar el suelo para la siembra
Suelo Un sustrato es un sustrato que contiene partículas sólidas de origen orgánico o inorgánico. Estas partículas están espaciadas, lo que garantiza una buena penetración del oxígeno y el agua en el suelo. La fertilidad y, en consecuencia, el rendimiento del cultivo dependen del estado del sustrato, su contenido mineral, la humedad y el aporte de aire. Todo jardinero debería saber cómo preparar el suelo para la siembra.
Contenido
Propiedades básicas del suelo
El suelo es un recurso agrícola importante, sus principales propiedades son:
- en irremplazabilidad;
- cantidad limitada;
- incapacidad para moverse;
- fertilidad.
Las características antes mencionadas indican que el suelo debe ser tratado con cuidado y su fertilidad, propiedad que asegura el libre aporte de humedad y componentes minerales a las plantaciones, debe ser incrementada de diversas maneras.
Características de los diferentes tipos de suelo.
La preparación del suelo para los cultivos puede variar según el tipo de suelo. Existen diversas variedades, cada una con sus propias características. Los suelos pueden ser arcillosos, francos, franco arenosos, arenosos o con grava.

- El suelo arcilloso es duro y, con exceso de riego, se vuelve pegajoso y propenso a deformarse. Las rosas y las frambuesas prosperan en estos suelos. También son ideales para el cultivo de legumbres, solanáceas, lirios, higueras, espinos, cerezos y manzanos.
- Las margas secas se muelen hasta convertirlas en polvo. Una inspección minuciosa revela granos de arena y partículas de polvo. Este tipo de suelo se deforma fácilmente al estar húmedo. Las leguminosas, las brasicáceas y las solanáceas prosperan en este tipo de suelo.
- La tierra franco arenosa, al frotarla entre los dedos, se convierte en un polvo de consistencia uniforme. Si se observa con atención, se puede ver la arena. La tierra húmeda es difícil de deformar. Se puede utilizar para cultivar tubérculos, legumbres y crucíferas.
- El suelo arenoso se asemeja a un polvo grueso cuando está seco y no se deforma al humedecerse. Es ideal para el cultivo de solanáceas y tubérculos.
- El suelo triturado, también conocido como suelo de grava, contiene partículas de arcilla, arena, roca triturada y grava. Es adecuado para el cultivo de coníferas.
Preparación del suelo antes de plantar: reglas generales
La preparación del suelo es esencial para la siembra; esto puede aumentar significativamente el rendimiento de los cultivos. Existen varios métodos de preparación, pero enumeraremos los más populares y efectivos.
Aflojamiento mecánico
La preparación del suelo para la siembra suele realizarse mediante aflojamiento mecánico. Esta técnica es una de las más populares, utilizada tanto por jardineros experimentados como novatos.
El aflojamiento mecánico satura el suelo con oxígeno y reduce las barreras radiculares. Puede realizarse manualmente o con herramientas especializadas. Antes de comenzar, determine si es necesario. Si el suelo a una profundidad de 8 a 20 cm se desmorona fácilmente, se recomienda aflojarlo. De lo contrario, es mejor posponer el procedimiento.
Antes de empezar, es necesario limpiar el huerto de plantas. Primero, se retira la capa superficial del suelo, de aproximadamente 8 a 10 cm. Se realiza una doble labranza, también conocida como subsolado, a una profundidad de 45 a 60 cm, lo que mejora el drenaje y descompone las capas de tierra dura. Tras retirar la tierra en franjas, se forman zanjas de hasta 30 cm de ancho en toda la parcela. La tierra extraída de una de estas zanjas se traslada a otra. Tras el subsolado, se eleva ligeramente la superficie del suelo. La plantación comienza una vez nivelado el terreno.
Mejorar la calidad de la composición

Las deficiencias de componentes orgánicos y minerales se compensan con fertilizantes. Si el equilibrio ácido-base es elevado, se añaden fertilizantes con sulfatos. Cuando la acidez disminuye, se añade caliza. Se utilizan instrumentos especiales para determinar el equilibrio mineral del suelo.
La materia orgánica puede incluir diversos desechos vegetales: hojas caídas, trozos de corteza, hierba muerta, aserrín y fruta podrida. Reúna todo esto en un recipiente, cúbralo con agua y úselo para tratar la zona después de dos meses.
Preparando el suelo para la siembra:
- Los preparativos se llevan a cabo cada año.
- Es importante crear una capa de suelo fértil de 35 a 40 cm de espesor, que aumente de 3 a 5 cm con el tiempo.
- Es esencial cultivar el suelo.
Tratamiento con sustancias químicamente y biológicamente activas
La preparación y el cultivo del suelo contribuyen a aumentar el rendimiento de los cultivos. Para ello, se suelen utilizar preparaciones químicas y biológicamente activas. Los microorganismos influyen significativamente en la fertilidad del suelo. Participan en diversos procesos, incluida la descomposición orgánica. La comunidad microbiana de los rizomas de los cultivos hortícolas es específica. Los microorganismos nutren a las plantas y, en ocasiones, les brindan protección. Algunos microorganismos tienen la capacidad de descomponer sustancias tóxicas como los fosfatos. La formación de humus se produce mediante la actividad de los microorganismos.

Antes de plantar, se añaden al suelo productos como EM-1, Oxyzin y Baikal-1. Estos productos contienen microorganismos que mantienen la fertilidad del suelo. Se utilizan fitoncidas para proteger las plantas de las plagas, siguiendo siempre las instrucciones del fabricante.
Saber cómo preparar adecuadamente el suelo puede ayudar a evitar una reducción en la producción. A veces, los jardineros emplean varios métodos a la vez, haciendo todo lo posible por mejorar la fertilidad del suelo.
