¿Por qué llevaban barriles de manzanas a bordo de los barcos?
Al leer "La Isla del Tesoro", algunos se preguntan: ¿por qué un barco guardaría un barril de manzanas? La historia describe una situación en la que el protagonista, Jim, se escondió en un barril de manzanas en la cubierta del barco. ¿Cuál era el propósito de llevarse estas frutas y qué hicieron con ellas?
Un viaje en barco suele ser largo. El mar abierto es un lugar desprovisto de civilización, sin tiendas de comestibles, cafeterías ni otros lugares donde se venda comida. Suena ridículo, por supuesto. Pero en un viaje tan largo, el barco necesita un buen suministro de comida, suficiente para todos y que no se estropee durante la travesía.
Comidas a bordo
Comer solo galletas y cereales es bueno, pero no muy saludable. Las vitaminas son esenciales para mantener una buena salud. También ayudan a desarrollar la fuerza física, tan esencial durante una travesía marítima.
El estudio de la historia de los viajes marítimos revela que los marineros intentaban maximizar la variedad de su dieta diaria mientras navegaban en alta mar. Sin embargo, mantener la comida fresca en tales condiciones no es fácil. Poco después de zarpar, la comida comienza a pudrirse y descomponerse, y los gusanos empiezan a infestar los granos. Por lo tanto, los marineros hacían todo lo posible para mantener la comida a bordo en buen estado para el consumo. El pan se secaba y se comía en galletas, la carne se salaba y las frutas, como las manzanas, se secaban.
Escorbuto: la causa de la enfermedad y cómo prevenirla
Los viajeros marítimos solían ser susceptibles al escorbuto. Sus síntomas incluyen fatiga persistente, debilidad y dolor en brazos y piernas. La principal causa de esta enfermedad es la falta o deficiencia grave de vitamina C. A medida que la enfermedad progresa, puede fácilmente causar la muerte por una infección.
La forma más segura de prevenir la enfermedad es consumir suficientes alimentos que contengan vitamina C. Las frutas son una fuente abundante de esta vitamina. Las manzanas, a diferencia de los cítricos, son prácticas porque se pueden deshidratar y consumir fácilmente de esa manera. Esto conserva sus vitaminas beneficiosas, convirtiéndolas en un alimento nutritivo y sabroso.
Tal vez el barril de manzanas de la novela de aventuras de Roman Stevenson, La isla del tesoro, estaba destinado precisamente a comer esas frutas, frescas o secas.
