Calienta la leche (¡sin que hierva!) y viértela sobre la sémola. La sémola le dará esponjosidad y volumen a la cazuela. Vierte agua hirviendo sobre las pasas. Elige pasas de color claro para la cazuela: lucen mejor y tienen un sabor más dulce.
Licúa el requesón o tritúralo con un colador; no debe quedar demasiado seco ni desmenuzable. Bate ligeramente los huevos con un tenedor o un batidor de varillas y añádelos al requesón. Sazona con sal y azúcar. Mezcla bien los ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea.
Lave bien la fruta. Pele las manzanas y la calabaza, quíteles el corazón y las semillas, y córtelas en trozos. Puede triturarlas o rallarlas gruesas.
Mezcle la cuajada con la sémola remojada, añada las pasas, la canela, la calabaza y las manzanas. Vuelva a mezclar bien.
Engrasa una fuente para horno y vierte la mezcla de calabaza y manzana. Hornea en un horno precalentado a 180-190 grados Celsius durante aproximadamente 1 hora, si prefieres una corteza crujiente.
Deja enfriar y sirve con té. Cubre la cazuela con yogur, mermelada o crema agria, al gusto. ¡Listo un desayuno saludable y delicioso!