¿Por qué las manzanas no se hunden?
Las manzanas son una de las frutas más populares y saludables que encontramos a diario. Su jugoso sabor y sus numerosos beneficios para la salud las convierten en parte esencial de la dieta de muchas personas. Pero hay una peculiaridad en estas maravillosas frutas que nos hace preguntarnos: ¿por qué no se hunden en el agua?
Todo está en el aire
A primera vista, la razón parece bastante simple: las manzanas contienen sustancias que las hacen menos densas que el agua. Uno de los principales componentes responsables de la flotabilidad es el aire. Dentro de la fruta hay pequeñas cavidades llenas de una mezcla de aire y gases. Gracias a esto, las manzanas tienen baja densidad y pueden flotar en la superficie del agua. El principio de Arquímedes se aplica perfectamente en este caso.
La estructura de una manzana
Otro factor que influye en la flotabilidad de la manzana es su estructura. Las densas células y tejidos que la componen también contribuyen a su resistencia al hundimiento. Además, la presencia de la cáscara contribuye sin duda a la flotabilidad, ya que impide que el agua penetre en la manzana.
Cómo hundir una manzana
Sin embargo, se ha comprobado que incluso las manzanas pueden hundirse si se utiliza algún truco para reducir su densidad. Por ejemplo, pelarlas reduce significativamente la flotabilidad, ya que el agua puede penetrar con mayor facilidad y alterar la densidad de la fruta.

La razón por la que las manzanas flotan en el agua se debe a su baja densidad, la presencia de bolsas de aire y su estructura única. Esta característica única las convierte en una fruta excepcional, no solo beneficiosa para la salud, sino también capaz de permanecer visibles incluso después de caer al agua. Esto permite cosechar manzanas caídas de árboles cerca de cuerpos de agua.
