Clasifique las manzanas, retire las zonas dañadas y las semillas, que pueden darle al aguardiente un sabor amargo.
Triturar la fruta y exprimirla con un exprimidor. 2,5 kg de fruta deberían rendir aproximadamente 1 litro de líquido claro.
Vierta el jugo en un recipiente de vidrio apto para la fermentación.
Prepare el jarabe de azúcar. Vierta agua en una cacerola de fondo grueso y mézclela con el azúcar granulado. Puede ajustar la cantidad de edulcorante según el dulzor de las manzanas. Si las manzanas están jugosas y dulces, puede usar un poco menos de azúcar granulado, y viceversa.
Coloque la solución de azúcar y agua al fuego y déjela hervir, revolviendo constantemente, y cocine durante aproximadamente 15 minutos.
Dejar enfriar bien el almíbar y mezclarlo con el zumo de manzana.
Prepare la levadura según las instrucciones del paquete.
Mezcle bien la levadura con el mosto en la cámara de fermentación hasta que quede suave.
Coloque un sello de agua en el cuello de la botella. Guarde el puré en un lugar oscuro. La temperatura óptima para la fermentación activa es de entre 19 y 27 °C. Puede usar un guante de goma estirado sobre el cuello de la botella. Haga un pequeño orificio en un dedo del guante para permitir la salida de los gases y evitar la producción de alcohol.
Durante la etapa de fermentación, es necesario agitar el recipiente todos los días para evitar que el puré se agrie.
Una vez que la pulpa se asienta en el fondo y la fermentación se detiene, la bebida se clarifica y se vuelve amarga. Esto ocurre en un plazo de 1 a 6 semanas, dependiendo de los ingredientes utilizados y el método de fermentación. Es hora de proceder a la destilación.