Primero, lava las manzanas preparadas y córtalas en cuartos, quitándoles las semillas. También puedes cortarlas por la mitad, dependiendo de la potencia de tu exprimidor.
Exprime las rodajas de manzana, dos veces si es necesario. El rendimiento del zumo es de aproximadamente 800 ml.
Dejamos el residuo exprimido.
Coloca la pulpa de manzana en un recipiente de hierro, agrega dos vasos de agua limpia y coloca al fuego.
Llevar a ebullición, removiendo constantemente para evitar que se queme. Luego, triturar con un colador hasta obtener una mezcla homogénea. Las proporciones de la receta rinden para 700 ml de puré.
Combine el puré y el jugo en una cacerola y póngala a fuego alto. Caliente, pero sin que hierva. Retire la espuma con regularidad.
Vierta el néctar de manzana en frascos, precalentados al vapor hasta que estén calientes y secos. Cierre bien, invierta y deje enfriar.
¡Listo! ¡Tu jugo de manzana de invierno está listo! ¡La bebida es aromática, espesa y nutritiva!